No me hace sentido comprar un jet. Los costos de operación, tripulación y mantenimiento son una locura. Además, con las aerolíneas privadas puedo volar cuando quiera sin el compromiso de propiedad. No necesito ese tipo de carga.

Mira, me han ofrecido de todo y todos prometen rendimientos. Pero al final del día, la mayoría pierde o apenas iguala la inflación. No quiero poner mi dinero donde no tenga control. Prefiero dejarlo quieto antes que arriesgarlo en algo que no entiendo completamente.

No creo que gastar tanto en un viaje cambie mi vida. Ya conozco varios lugares y la verdad es que prefiero invertir ese dinero en algo tangible. Las experiencias son lindas, pero se terminan rápido, y luego solo quedan fotos.

No necesito un reloj caro para saber la hora. Ya tengo el celular. Es puro ego, y prefiero usar ese dinero en algo productivo. No me interesa pagar por una marca solo porque otros la asocian con estatus.

No creo en los seguros. Siento que pago por algo que quizás nunca voy a usar. Prefiero administrar mi propio dinero que dejarlo en manos de una aseguradora que gana aunque a mí no me pase nada. Es más un gasto que una inversión.

Eso es para millonarios aburridos. El mantenimiento es carísimo, los permisos, el amarre, el combustible. Es un lujo que pierde valor cada año. Prefiero alquilar uno cuando lo necesite en vez de quedarme con un gasto fijo tan alto.